Sabado
3 de Mayo de 2025
ACTUALIDAD
2 de mayo de 2025
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En 2024, los argentinos enfrentan una crisis laboral sin precedentes. Según un estudio del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), la jornada laboral promedio alcanzó las 16,8 horas diarias (84,5 horas semanales), un salto desde las 65 horas semanales registradas en 2023. Este incremento refleja un sistema donde la precariedad obliga a millones a trabajar hasta el límite para cubrir necesidades básicas.
• 2,4 millones de personas tienen más de un empleo, un 12,4% de la población ocupada (récord histórico según datos del cuarto trimestre de 2024).
• La tendencia crece desde 2016, excepto durante la pandemia, evidenciando una dependencia cada vez mayor de ingresos adicionales.
• 5,8 millones de trabajadores (29% del total) dedican más de 45 horas semanales a su empleo principal, sin regulación legal que limite esta extensión.
• Flexibilidad laboral: Modalidades informales y contratos precarios normalizan jornadas agotadoras sin modificar la ley.
• Pérdida de poder adquisitivo: Salarios estancados por techos paritarios, inflación desbordada y temor al despido empujan a buscar empleos extra.
• Innovación forzada: Los trabajadores recurren a "recolectar ingresos", combinando oficios no necesariamente vinculados con su profesión u oficio.
El estudio revela una paradoja económica:
• Entre 2016 y 2023, 33,6 horas extras mensuales generaban un aumento del 46,3% en ingresos.
• En 2024, 61,3 horas extras apenas permitieron un incremento del 39,9%, demostrando que el sacrificio adicional ya no se traduce en mejoras significativas.
Claudio Lozano, director del IPyPP, destaca que estas jornadas no responden a una "adicción al trabajo", sino a la necesidad de sobrevivir:
• Vivienda: Dificultad para pagar alquileres en un contexto de inflación.
• Desprotección sindical: Falta de representación para exigir derechos laborales básicos.
• Miedo al desempleo: Un mercado informal que premia la disponibilidad absoluta.
El informe fue publicado el 1º de mayo, jornada en la que se conmemoró a los "Mártires de Chicago", obreros que lucharon por la jornada de 8 horas en 1886, por lo que fueron detenidos y ejecutados por en gobierno de EEUU. Hoy, la Argentina retrocede de ese legado: el salario real de los trabajadores privados no crece por mejoras en los convenios colectivos (que caen), sino por trabajar más horas en condiciones precarias.
Los avances laborales históricos ya son historia en la Argentina, donde millones de personas luchan en silencio contra una jornada que consume sus vidas. El pluriempleo y las horas extras no son elecciones, sino la última estrategia para llegar a fin de mes en un país donde la economía devora el tiempo, la salud y la dignidad de sus trabajadores.