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ACTUALIDAD
25 de septiembre de 2024
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La Bolsa de Cereales de Buenos Aires presentó las proyecciones para el nuevo ciclo productivo agrícola, remarcando que las estimaciones del sector señalan que en la campaña gruesa se sembrarían 28,25 millones de hectáreas. Proyectan que aumentarán notablemente el área de soja y caerá la de maíz. Los bajos precios de los granos, la falta de lluvias y los altos costos juegan en contra.
La campaña 2024/25 de los principales cultivos de verano, la llamada cosecha gruesa, acaba de dar largada y según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) se sembrarán 28,25 millones de hectáreas. Del total de la superficie, la soja ocuparía 19 millones de hectáreas; el maíz, 6,3; el girasol, 1,9 y el sorgo 1 millón. Esto representa un aumento interanual del 9,8% para la soja; del 5,4% para el girasol y 5,3% para el sorgo. En tanto, el área de maíz retrocedería un 20,3%.
Con estos guarismos, la BCBA estima que al finalizar este ciclo habrá un aumento del 3% en la producción de soja y un 11% en girasol, mientras que la de maíz sería un 5% inferior en comparación con el ciclo 2023/24.
Así, sumando las cosechas de trigo y cebada (cultivos en desarrollo que se cosechan en noviembre/diciembre), estimadas en 18,6 y 5,1 millones de toneladas, respectivamente, la producción 2024/25 sería un 2,6% superior a la del ciclo previo, llegando a los 130 millones de toneladas.
Las proyecciones fueron anunciadas en el tradicional Lanzamiento de la Campaña Gruesa 2024/25 de la Bolsa de Cereales porteña, donde se presentaron las primeras estimaciones de producción, exportaciones y contribución de las cadenas agrícolas a la economía argentina para el nuevo ciclo productivo.
Se trata de una campaña difícil ya que los pronósticos climáticos anticipan una temporada de Niña débil o año Neutro; la chicharrita amenaza al maíz, los precios de los granos vienen bajando desde hace años y los costos han subido, generándose así una desfavorable relación insumo/producto.
“Este escenario favorece un notable incremento en la superficie destinada al cultivo de soja y una fuerte caída en la de maíz, principalmente debido al impacto adverso de la plaga en el norte del área agrícola”, explicó la BCBA. Esto no es una buena noticia para el ambiente ya que las rotaciones entre gramíneas y leguminosas, y la equilibrada proporción entre ambas, es clave para la salud de los suelos y la interrupción natural de malezas, plagas y enfermedades de los cultivos.
Asimismo, los técnicos de la Bolsa relevaron una menor intención de aplicar un alto nivel tecnológico por parte de los productores en la mayor parte del área destinada a maíz y soja. Los agricultores se volcarán a una estrategia defensiva, “manteniendo o reduciendo el uso de tecnología, en particular, la reducción del uso de fertilizante”, puntualizaron.
En este escenario, las proyecciones de producción de la BCBA, que se concretarán siempre y cuando las lluvias acompañen en cantidad y oportunidad de ocurrencia tanto en la siembra como en el período de definición de rendimiento de cada uno de los cultivos en las distintas zonas productivas, llegarían a 52 millones de toneladas para soja; a 4 millones de toneladas para el girasol y 3,3 millones de toneladas para el sorgo, reflejando aumentos interanuales del 3 %, 11%, y 10 %, respectivamente. Debido al recorte en superficie, la estimación de cosecha de maíz bajaría un 5,1%, cayendo a 47 millones de toneladas.
Flojos de números
Actualmente, los precios internacionales de los principales granos se ubican por debajo del año anterior debido a las expectativas de buenas cosechas en Brasil y Estados Unidos. “El precio promedio disponible de la soja se ubica en los 368 dólares por tonelada, lo que representa una caída del 24%. Por su parte, el maíz alcanza los 155 dólares, es decir, un 17% por debajo del valor registrado en el mismo periodo del año anterior”, detalló Ramiro Costa, economista jefe de la BCBA.
Por su parte, en el mercado local, “el precio a cosecha de la soja se sitúa en un 15% por debajo de la campaña anterior y un 5% por debajo del promedio de las últimas cinco campañas. El maíz se ubica en un 7% por debajo al ciclo previo y un 3% por debajo del promedio de las últimas cinco campañas”, puntualizó.
Costa advirtió que pese al aumento del 2,6% de producción proyectada, debido a la caída de los precios, la contribución del sector a la economía argentina se vería afectada. Según el economista, las exportaciones disminuirían un 3,1%, alcanzando los 28.793 millones de dólares. Por su parte, la recaudación fiscal bajaría un 3,7%, ubicándose en 13.950 millones de dólares, y el valor agregado se reduciría a 40.890 millones de dólares con un retroceso del 2,2%.
Clarín