“La misión Saocom es muy importante para Argentina. El Saocom 1B completa la constelación. La misión está compuesta por dos satélites. El Saocom 1 A que fue lanzado exitosamente en octubre de 2018 y ahora el 1 B completa esa constelación. Es una misión de la CONAE que es la Agencia Espacial Argentina”, comenzó informando Péres.

La ingeniera argentina explicó que esto se considera importante, “por eso de la carrera espacial y porque tiene tecnología radar. Es la primera vez que la Argentina cuenta con esa tecnología satelital propia. Y más allá de las aplicaciones, lo que tiene como beneficio en relación con los ópticos, es que estos necesitan luz –más allá del flash-, y los radares no lo necesitan porque tienen fuente propia de energía. Eso te permite captar imágenes de cualquier lugar de la tierra, independientemente que sea de día o de noche”.

Añadió que, “además, por sus propiedades, atraviesa las nubes. Eso da la posibilidad de la visibilidad de los mares o el monitoreo de la pesca, por ejemplo, con los buques ilegales. En nuestro país puede estar nublado y es complicado tener una imagen de eso, pero el Saocom lo toma en cualquier momento y la imagen sale. Eso nos da un beneficio importantísimo”.

Estimó que “además del radar en sí y las aplicaciones, está esa antena gigante que se ve porque elegimos la Banda L (ele) dentro de la banda de los radares, porque cuando estuvimos con el INTA surgió la necesidad de contar con un instrumento que pudiera ayudar al agro”.

Precisamente dijo que “la Banda L lo que te permite es penetrar en el terreno, y a través de aplicaciones y mucha tecnología, permite obtener el dato de humedad del suelo, hasta la situación de emergencia. También puede ayudar a la productividad de esa zona, así que es muy importante por las aplicaciones que tiene”.

Sobre el tiempo que demandó la preparación del satélite, señaló que “la verdad que el Saocom, como es una misión tecnológica, empezamos y no sabíamos cómo hacerla. A mí no me tocó estar en el principio, pero hace 15 años que trabajo en el Saocom, así que hubo que aprender todo, desde la tecnología del radar hasta esto de las aplicaciones, que es todo un desarrollo tecnológico que hemos logrado a lo largo de los años para estar listos cuando llegara el Saocom”.

”Esa antena gigante que se ve es el producto de un trabajo que hemos llevado al límite de sus capacidades a la Comisión de Energía Atómica. Trabajaron más de 80 empresas e instituciones, y contamos picos de más de 900 científicos trabajando, ahora se van a ver esas imágenes, pero en el trayecto nos exigió mucho”, agregó.

Acotó que en estos momentos “siguen los monitoreos. Las primeras 36 horas son muy críticas, en principio porque lo primero que hacemos es desplegar la antena. La plataforma ya está en su posición para captar imágenes, y ahora ay que empezar a prender las cajas, entre ellas el radar, y también tenemos que llegar a la órbita. Pero está yendo todo muy bien”.

Reconoció también que “las imágenes calibradas van a estar una vez que llegamos a la órbita, para eso están los productos. Las imágenes pueden estar antes, pero no calibradas. Eso lleva unos meses después de lanzado, pero nosotros antes hacemos pruebas que nos van asegurando que está todo bien”.

Luego, explicó que “el satélite se fue en febrero. Teníamos diseñado un lanzamiento para el 30 de marzo, así que viajó en un avión ruso Antonov, porque son como 50 toneladas. Cuando comenzó marzo se empezó a complicar con lo de la pandemia, porque además los Saocom son satélites de órbita baja. Nosotros tenemos una red de estaciones externas. y el satélite se opera desde Córdoba, pero no se ve siempre. Necesitás antenas alrededor del mundo, en Italia, EEUU, Perú, en África. Toda esa red de estaciones al 20 de marzo, más los equipos, era muy incierto. Ahí, duramente, tuvimos que tomar la decisión de suspender el lanzamiento para el 30 de marzo”.

”Ese fue el primer golpe duro. Volvió el equipo de EE.UU y lo que hicimos fue prepararnos para lanzarlo en pandemia. Cada uno desde la ciudad en que estaba, lo que hicimos fue trabajar en grupos divididos, así que fue todo un suspenso. Y para poner más suspenso, el mismo día del lanzamiento, allá estaba horrible, así que hasta minutos antes no sabíamos si se lanzaba”, reveló.

Por último recordó que fue todo muy intenso, y destacó que “el equipo de Cabo Cañaveral hace 2 meses que estaba allá, con las familias que estaban acompañando; porque acá SE ven algunas caras, pero detrás hay todo un grupo de gente acompañando día y noche. Es una misión muy ambiciosa, y con el Saocom 1 A, poder manejarlos. Es un sueño realizado”.

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