Fundada sobre los cimientos del antiguo Ferrocarril General Belgrano, Zaparinqui cuenta con una amplia población urbana y rural que le dan un permanente impulso al crecimiento de esta pujante comunidad.  La localidad  cuenta con instituciones educativas desde el nivel inicial hasta el secundario, una Delegación Municipal dotada con recursos humanos y logísticos para atender las necesidades esenciales. Desde el año pasado se logró la conectividad básica  a través de una red abierta de internet y desde hace pocos días cuenta con el primer cajero automático, el tendido de red eléctrica hacia el Barrio Sur y la nueva Plaza Martín Miguel de Güemes  que quedará inaugurada en el marco de los festejos de este nuevo aniversario.

La nueva Plaza Central «Martín Miguel de Güemes» que quedará inaugurada en el marco de los festejos por el 84° aniversario de la localidad

Durante las primeras horas de este lunes, la comitiva oficial encabezada por el Intendente Pio Sander y la Presidenta del Concejo Soledad Rach,  arribó a la localidad para el izamiento de Pabellón Nacional  bajo estrictas medidas de bioseguridad.  Las actividades para el público quedaron suspendidas por la complicada situación epidemiológica  de la región.

El acceso principal a la localidad de Zaparinqui. este 17 de mayo la comunidad celebra su 84° aniversario

En cuanto a las actividades productivas, existen numerosos emprendimientos familiares de fábrica de ladrillos, que abastecen con este material a importantes obras de la localidad e incluso de Castelli. Pero la actividad que más se ha afianzado en los últimos años es la producción de frutas, especialmente sandía y zapallo, convirtiéndose en una de las zonas más fuertes que comercializa su producción a distintos mercados nacionales. En este aspecto, tiene un potencial enorme para seguir creciendo. En el año 2018, el entonces Gobernador Domingo Peppo había anunciado un ambicioso proyecto para darle valor agregado a la producción frutihortícola a través de la creación de un centro de comercialización dotado de infraestructura. Sin embargo, todo quedó en un anuncio, aunque los agricultores siguen apostando firmemente cada año a esta producción.

Así, Zaparinqui crece a pasos firmes, con el impulso que le dieron sus primeros pobladores y la perseverancia de las nuevas generaciones que día a día construyen su propia historia.