Jueves 28 de Marzo de 2024

PROVINCIALES

7 de mayo de 2022

“No estamos haciendo honor a tanta confianza, amor y esperanza que depositaron en nosotros”

“Que nadie de este Estado, sea el Poder Judicial, el Legislativo o el Ejecutivo, se haga la víctima. Acá las únicas víctimas son quienes no llegan a fin de mes, no tienen laburo o no tienen para darles de comer a los hijos.

La vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner recibió esta tarde el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional del Chaco Austral (UNCAUS), en una ceremonia de la cual fueron testigos presenciales 3000 personas en el Centro de Convenciones Gala de Resistencia.

El rector de la universalidad, German Oestmann, y el vicerrector Manuel García Sola –quienes fueron los únicos que acompañaron a Fernández de Kirchner en el estrado- entregaron la condecoración consistente en la estola, la medalla y el título doctoral. Luego, la doctorada ofreció una conferencia magistral titulada "Estado, Poder y Sociedad: la insatisfacción democrática".

El gobernador Jorge Capitanich y la vicegobernadora Analía Rach Quiroga fueron parte del auditorio conformado por diputados y diputadas nacionales y provinciales, senadores, intendentes, funcionarios provinciales y municipales, autoridades judiciales y académicas, estudiantes y otros invitados.

El discurso, que abordó centralmente los problemas de la economía, la construcción del poder económico y mediático y su incidencia en la “formación de sentido común” de la sociedad, tuvo varios tramos dedicados a las relaciones dentro del Poder Ejecutivo, con “infidencias” acerca de nombramientos de funcionarios y el funcionamiento de áreas sensibles como la Secretaría de Comercio Interior.

Justamente la inflación, sus causas, y las políticas de control de precios dieron forma a una de sus frases más contundentes, dentro de lo que denominó como “debate” y no “pelea” puertas adentro del gobierno, sobre el final de los 90 minutos de alocución: “Que nadie de este Estado, sea el Poder Judicial, el Legislativo o el Ejecutivo, se haga la víctima. Acá las únicas víctimas son quienes no llegan a fin de mes, no tienen laburo o no tienen para darles de comer a los hijos. Esas son las víctimas”, sentenció, y agregó: “Por eso tenemos la obligación de debatir, no por la boleta única (como promueve la oposición en el Parlamento), sino cómo hacemos para devolverle a la gente la esperanza y los anhelos. Esta es mi mayor preocupación y sensación de amargura: la confianza que nos depositaron, los anhelos, las esperanzas. Creo que no le estamos haciendo honor a tanta confianza, tanto amor y tanta esperanza que depositaron en nosotros”.

 

“Una hazaña institucional y democrática”

 

La mandataria, en primer término, agradeció “profundamente” la distinción otorgada por la Uncaus. Y refiriéndose a las universidades nacionales creadas crearon durante los tres mandatos de Néstor Kirchner y suyos, logro mencionado previamente por el rector Oestmann, indicó: “No me parecen logros individuales. Al contrario, me siento, me sentí y me sentiré parte de un proyecto colectivo que cumplió una hazaña institucional y democrática en la Argentina posterior a la crisis del 2001, donde todo voló por los aires”. Rememoró así la despedida de su último mandato aquel 9 de diciembre de 2015 con una Plaza de Mayo desbordada de gente. “Esa es la mejor medalla para quien ha abrazado la militancia política, sin que signifique despreciar esta que me entregan hoy”, sostuvo.  

Fernández de Kirchner destacó la importancia de una “universidad federal” como la Uncaus, como tantísimas otras inauguradas en el conurbano bonaerense, para ofrecer oportunidades a jóvenes que no viven en las grandes capitales.

“Cuando uno tiene la suerte de vivir en la Ciudad de Buenos Aires o en La Plata, como me tocó nacer a mí, quizás no han visto la dificultad de los hombres y mujeres del país profundo para que sus hijos estudien si no tienen una buena posición económica. Es muy difícil valorar así, desde los grandes centros urbanos que siempre han tenido universidades, a los lugares profundos, donde si no llega el Estado con su inversión, no tienen oportunidades”, resaltó.

En esa línea, dijo no descreer de los méritos: “Cómo voy a descreer si mi viejo era colectivero y yo llegué a Presidenta. Una cosa es el mérito y el esfuerzo individual y otra cosa es la meritocracia, que es una deformación del concepto de mérito”.

Conectando ese análisis con el título de su conferencia magistral, Cristina sostuvo que “está claro que, si el Estado no existiera, esta universidad y tantísimas otras no existirían”.

 

Capitalismo e ideología

 

La vicepresidenta subrayó que, al hablar del Estado, es preciso “bajarlo a tierra”. Es decir, pasar la teoría a ejemplos de la vida cotidiana. En esa línea, repasó conceptos sobre capitalismo y neoliberalismo, en un contexto de crisis democrática, dados una charla hace cinco años, invitada por parlamentarios europeos. “Fue una mirada sobre los gobiernos que habían iluminado la región durante la década ganada en América del Sur, cuando en simultáneo en varios países surgieron gobiernos nacionales, populares y dirigentes que se parecían a esos pueblos a los cuales se pretendía gobernar”, recordó.

“En aquella oportunidad –contó- sostuve, como hace muy poco tiempo en la charla a parlamentarios del Eurolat, que el capitalismo ya no es un sistema político ni ideológico, se ha independizado de la ideología”. “Hoy –continuó- es un sistema de producción de bienes y servicios, desde proteínas hasta celulares a escala global, y el más eficiente”.

La mandataria fundamentó en que “se ha independizado de las ideologías porque capitalista es el sistema de producción de EEUU, una democracia presidencialista, con división de los tres poderes, casi igual a la nuestra”. Y agregó: “En China también el sistema de producción es capitalista y gobierna el partido Comunista Chino, a través de un sistema político de único partido como tienen todos los partidos comunistas del mundo”.

Con esos ejemplos, enfatizó: “Cuando uno tiene ideas acerca de la justicia social, de la distribución del ingreso, que es zurdo o comunista, por favor, encuentren una mejor argumentación, porque eso se terminó”.

Consideró, en ese sentido, que “en términos de eficiencia de un sistema capitalista para incluir a trabajadores, uno diría que el más eficiente es el de China. En 70 años, no se registra en la historia del capitalismo mundial alguien que haya incorporado la cantidad de hombres y mujeres a un proceso de producción de bienes y servicios como lo ha llevado adelante China”.

Al respecto, marcó que “las mayores inversiones en las últimas décadas de las empresas globalizadas de todo el mundo se dan en China”. Por tanto, como conclusión, resaltó que “el capitalismo va a donde gana plata y a donde le conviene; no es una cuestión de ideologías ni de posiciones internacionales”. 

 

Factores que ponen en crisis a la democracia

 

Fernández de Kirchner marcó, también en relación al capitalismo y recordando aquellas palabras ante parlamentarios europeos, que “el avance de la desigualdad, la carencia de instrumentos por parte de los estados nacionales para dar cuenta de las nuevas realidades, y los nuevos actores sociales, económicos, mediáticos, tecnológicos, estaban poniendo en crisis a la democracia, porque nuestro sistema de gobierno se ideó con la Revolución Francesa de 1789”.

Luego, conectado con “el salto tecnológico sin precedentes” dado en esta época, habló del “surgimiento de nuevos poderes por arriba de los estados nacionales, con conectividades, con intereses, desde monopolios, oligopolios hasta fondos de inversión”.

En esa línea, habló de la Constitución de 1853 y de la reforma de 1994, donde fue precisamente convencional constituyente. “La Constitución del ‘53 enumera y disecciona cómo tiene que ser el Poder Ejecutivo, los legisladores y un poquito el Poder Judicial. Pero todo lo que ha surgido y está por afuera de ese plexo normativo, e no tiene regulación más allá de leyes más o menos virtuosas que nadie cumple”, trazó.

“Si alguien me diera a elegir con qué Constitución me quedo, aunque prefiero la peronista, me quedo con la del 1853, la de Alberdi”, dijo.  

Como ejemplo, habló del precio de internet, recordando que el gobierno emitió el Decreto 690 instituyéndolo como un servicio público, ante lo cual, las empresas del sector interpusieron una medida cautelar que “todavía duerme el sueño de los justos en la Corte, pero sin embargo todos los meses te revientan la cabeza aumentando el precio de internet”, enfatizó.

En suma, sostuvo que “hoy los Estados carecen de instrumentos adecuados y apropiados para dar respuestas a las múltiples necesidades de la sociedad”.

 

“Si estamos vivos es porque los Estados intervinieron”

 

En otro punto, Cristina Fernández advirtió sobre “la profunda concentración de la riqueza en todo el planeta”. “Si algo demostró la pandemia es que el discurso liberal de que el Estado molesta y no sirve quedó ineficiente. Si estamos vivos todavía es porque hubieron estados que intervinieron y pusieron plata en los laboratorios para que investigaran y fabricaran vacunas”.

Así, también sobre la pandemia, recordó que “algunos decían que íbamos a salir todos mejores y más buenos. Yo creo que de estas cosas siempre se va para atrás; nadie se vuelve bueno y generoso únicamente porque pasó una pandemia”. “Esto no es un problema de buenos y malos. Es un problema de intereses en el orden global, nacional, en tu vida cotidiana. No tenemos que tenerle miedo a la palabra intereses”, instó.

Fue en ese punto cuando la vicepresidenta abordó y desarrolló el concepto de economía bimonetaria, a partir de la gestión del macrismo y sus consecuencias, recordando la toma de deuda entre 2016 y 2017, previo a la llegada del FMI, y que el entonces ministro de Economía sostenía que algunos precios de la economía estaban al dólar blue, es decir, existía “una gran brecha”. “Sostenía que devaluando quedaríamos muy competitivos para la exportación, y que no habría traslado a precios que ya estaban al dólar blue. Pero se vino una devaluación que se transfirió a los precios, como no podía ser de otra manera, en una economía bimonetaria”, repasó.

La mandataria resaltó que en los cuatro años del gobierno anterior “se hicieron todas las cosas que los distintos sectores económicos nos habían pedido durante 12 años”, es decir, desregular la cuenta de ingreso de capitales en dólares y eliminar derechos de exportación.

 

Insatisfacción democrática: el fenómeno de los trabajadores pobres

 

En otro punto de su clase magistral, Fernández de Kirchner resaltó que “la concentración de la riqueza, la pandemia, el endeudamiento, el neoliberalismo, provocan en nuestro país y en el mundo la insatisfacción democrática, es decir, la falta de respuesta por parte de los Estados nacionales a las distintas demandas de las sociedades”.

En ese sentido, advirtió que la sociedad argentina ha sufrido durante los cuatro años de gobierno macrista y, sobre todo, en los últimos dos años “una insatisfacción democrática grande”. “La plata no le alcanza, no llega a fin de mes y se produce un fenómeno que en Argentina que nunca habíamos conocido: un segmento de los trabajadores en relación de dependencia es pobre. Esto nunca había pasado, porque a la pobreza la ubicábamos por afuera del trabajo formal y registrado”, alertó.

Dijo así que ese nuevo escenario es producto de dos políticas: la concentración de los ingresos, con distintos métodos de apropiaciones de rentabilidades, y una política de salarios bajos.

“Hay un modelo exportador y de producción con bajos salarios. Si uno tiene y ha decidido ser este tipo de modelo, hay que tener dólares en el Banco Central. Pero, si faltan dólares, hay que revisar algunas cosas porque alguien, algo o algunos están fallando. Hoy esta es una de las claves de la insatisfacción democrática”, subrayó la vicepresidenta.

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La Corte y el Consejo de la Magistratura

 

Ante ese nivel de insatisfacción democrática, y con la sociedad mirando al Estado, en sus tres poderes, la mandataria habló de la Corte Suprema de Justicia, el proyecto para su reforma, y lo ocurrido en el Consejo de la Magistratura de la Nación.

“La gente ve a una Corte de cuatro personas que decide sobre la vida, la libertad y el patrimonio de todos los argentinos, y dos de ellas entraron en clara violación al mandato constitucional que después el peronismo subsanó porque tenía mayoría absoluta en la Cámara de Senadores”, repasó.

Recordó en ese punto que “esta Corte exhumó y resucitó una causa después de 16 años”, en referencia a la ley del Consejo de la Magistratura que fue declarada inconstitucional. “Nunca se vio algo igual. Todo esto precedido a una forma muy decepcionante para lo que una sociedad puede esperar de una Corte, donde un presidente se termina votando a sí mismo y, luego de declararse inconstitucional la ley, termina como presidente de un nuevo Consejo de la Magistratura, que el Parlamento había derogado”, recordó.

En ese contexto, Cristina marcó que este nuevo Consejo de la Magistratura “tiene 20 miembros, mientras que el que habíamos reformado tenía 13”. “Pero cuando alguien propone ampliar una Corte para hacerla federal, para que haya más gente que pueda decidir sobre cosas importantes, no lo aceptan. ¿No será que al poder le convienen poquitos para poder apretar y mandarle tapitas de diario?”, se preguntó.

Así, propuso mirar “al poder económico, concentrado y mediático”. “Para crear sentido común, el poder está asociado a lo mediático hoy en todo el mundo, para hacerle creer a la gente cosas que no son. Lo vemos todos los días en redes sociales y desde los grandes medios”, resaltó. “Presentan a la sociedad como lo que es malo, lo que en realidad es bueno. Y presentan como que hay que defender a rajatabla que cuatro personas decidan sobre nosotros”, acotó.

En cuanto al Parlamento, otro poder del Estado, la vicepresidenta cuestionó que frente a una realidad acuciante en lo económico que vive la sociedad, “la preocupación (de la oposición) es la boleta única, que yo diría boleta oculta porque es un pedazo de papel con una cantidad tremenda de partidos, donde sólo se conoce al primer candidato”; iniciativa ante la cual marcó que “el poder mediático no dijo nada”.

 

“No es una pelea, es un debate”

 

En el desarrollo de su clase magistral, y al abordar como parte del Estado al Poder Ejecutivo, Cristina resaltó que “también desde el poder y desde los medios de comunicación se plantea que hay una pelea”.

Por eso, contó que, buscando el significado de la palabra, el diccionario señala ‘gente que se agrede físicamente’, y fue terminante: “Lo que está pasando en el Poder Ejecutivo pelea no es”.

Otra palabra que buscó –contó la mandataria- fue “discutir”, aunque “tampoco se acerca a esto, porque es casi una definición que tiene que ver con la interlocución”. “Entonces, vamos por debate, que significa discusión en la que dos o más personas opinan sobre uno o más temas, en la que cada uno expone sus ideas y defiende sus opiniones e intereses. Era esto. En el Ejecutivo hay debate de ideas, de las que hablé toda mi vida y cumplí cuando goberné”, enfatizó.

 

“Decisiones con mis neuronas”

 

Mencionando su experiencia de gestión de ocho años, la hoy vicepresidenta recordó que fue en 2020, cuando muchos hablaban de crecimiento económico, que advirtió sobre la necesidad de “alinear precios de los alimentos, servicios, tarifas, salarios, jubilaciones para que no se aprovechen cuatro vivos”.

“Tengo muchos defectos, pero nunca decido las cosas a través de mis hormonas sino de mis neuronas. Muchos dirigentes de todos los colores y partidos políticos dicen que las mujeres somos histéricas. Ellos son los hormonales, que se pelean para ver quién se sienta adelante y quién atrás”, sentenció.

Acerca de quienes califican como una “disputa del poder” a lo que ocurre en el Poder Ejecutivo, Cristina eligió como ejemplo hablar sobre la decisión de pedirle a Alberto Fernández que encabezara la fórmula presidencial, hace ya casi tres años. “Si fuera una disputa de poder, hubiera elegido al presidente del Frente Renovador o a Daer de la CGT. Pero elegí a una persona que hoy es Presidente, que no representaba a ninguna fuerza política de las cuales conformaba el Frente y que además me había criticado duramente desde 2008. ¿Alguien piensa que puedo decidir por enojo o por una cuestión de poder? Además de esa decisión política, a la que no considero erróneamente generosa, fue un acto inteligente y fue una acción generosa que, quien resultó electo Presidente, pudiera decidir libremente quién era su gabinete económico”, afirmó.

 

Administración monetaria y cambiaria

 

Para Cristina, el principal problema hoy es la economía, lo que supone “la situación de la gente que no llega a fin de mes por los bajos salarios”, por efecto de la inflación. Repasando los conceptos del documento que publicó el 27 de octubre de 2020, recordó que el principal problema mencionado ahí era la economía bimonetaria, es decir, la importancia del dólar en forma total y absoluta en la formación de los precios. “Sostuve la necesidad de abordar un acuerdo entre todas las fuerzas políticas para resolver ese problema”, indicó.

Así, consideró que “la demanda de dólares no sólo para importación sino también para ahorro, es un tema grave que exige acuerdos y gestión para monitorearlo, porque en estos años 2020 y 2021 ha habido un inmenso salto en las exportaciones por cantidad y por precio. Tuvimos un superávit que no tuve yo jamás, de casi 30 mil millones de dólares, y sin embargo tenemos problemas de reservas. ¿Qué pasa con la administración monetaria y cambiaria?”, planteó.

En ese sentido, agregó: “Cuando uno mira por dónde salieron los dólares, salieron muchos para pagar la deuda privada de capital e intereses de grandes firmas”. Allí, marcó que “la escasez de dólares es la verdadera causa de la disparada de los precios”, y no la emisión como promueven y explican ciertos economistas en algunos medios, según sostuvo.  

Para ello, mostró datos de los agregados monetarios (comparados con el PIB), exponiendo las diferencias entre 2015 y 2021, y desterrando así la instalación mediática sobre las causas de la inflación y la emisión monetaria. “¿Por qué mienten y engañan? Porque la gente repite lo de la maquinita y tiene la idea de que muchos billetes causan la inflación. Entonces, el segundo paso de esa estrategia comunicacional, es que los aumentos de salarios y de jubilaciones son inflacionarios, y no hay que aumentarlos”, alertó.

Dijo así que el tema debe debatirse porque “todos los partidos políticos argentinos se van a tropezar con la economía bimonetaria”. “Pero ahora mucho más porque tenemos un acuerdo con el FMI, con condicionamientos porque está exigiendo devaluaciones por arriba del Índice de Precios al Consumidor”, enfatizó. Entonces sostuvo que “si el diagnóstico es que la inflación y los costos son por el dólar, la devaluación permanente incrementa y mantiene inercial la inflación”. “Por eso es que debatimos (en el Poder Ejecutivo), no por cuestiones de poder o de caja, o porque me miró mal”, cerró.

 

Las “infidencias”

 

Las tres “infidencias” que ante el auditorio reveló Cristina este viernes en Resistencia fueron cuestiones vinculadas a designaciones en el Gabinete nacional. La primera de ellas, cuando el presidente Alberto Fernández, antes de iniciar su mandato, tenía como intención designar a Wado de Pedro como jefe de Gabinete. En esa circunstancia, fue la propia vicepresidenta quien recomendó que condujera el Ministerio del Interior.

Otra infidencia revelada por la mandataria fue al momento de la renuncia de Daniel Arroyo al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, para integrar la lista de legisladores en las últimas elecciones de medio término, ocasión en la cual el Jefe de Estado consultó al por entonces jefe del Bloque de Diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, por el remplazo en ese cargo y su idea de nombrarlo a Andrés “Cuervo” Larroque, funcionario que ocupa un cargo en el gabinete de la Provincia de Buenos Aires.

“El diputado Kirchner, acusado por propios y extraños de que es La Cámpora la que cuida ‘las cajas’, le dijo que no, que el Cuervo siguiera en la provincia ayudándolo a Axel (Kicillof). Y ponelo a Juanchi (Zabaleta)”, contó Cristina, y agregó: “Algunos deberían revisar editoriales y también comportamientos y conductas. Es importante conocer estas cosas porque si no cunde el desánimo”, sentenció.

Por último, la tercera infidencia que comentó ante el auditorio la vicepresidenta fue sobre la designación de Matías Kulfas, y sobre todo el armado de la Secretaría de Comercio Interior con la política de control de precios internos.

“En noviembre de 2019, yo ya sabía quién iba a ser el ministro de Desarrollo Productivo, y que había escrito un libro contra nosotros. El Presidente confiaba en él. Le dije a Alberto que, en la administración del comercio interior y exterior, habría puja distributiva. Todos los sectores alimenticios han perdido en el macrismo. Y esa gente había desmontado nuestra Secretaría de Comercio Interior, una estructura con capilaridad territorial”, relató. Y amplió: “Entonces le recomendé a un joven economista para que fuera a verlo al ministro, para explicarle su proyecto de armado de esa Secretaría. Y cuando fue a verlo, el ministro le dijo que no iban a hacer lo que hicimos nosotros, que no iba a intervenir”. “Ahí me di cuenta que cuando algunos decían que volvíamos mejores, pensaron que había que hacer exactamente lo contrario a lo que habíamos hecho porque se tragaron el amague de que los problemas que teníamos eran por los modales, porque no dialogábamos. Pero uno tiene que saber debatir y saber los intereses que tenemos enfrente”, resaltó.

 

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